Estudio de la OCDE indica que el monto final a jubilados en el país será el más bajo del organismo
A unos días de que el sistema de pensiones de cuentas individuales cumpla 15 años de operar, persisten diversos claroscuros.
Uno de los grandes problemas del régimen vigente es que la tasa de reemplazo —lo que recibirá el trabajador como proporción de su último salario cuando se jubile— es de las más bajas de América Latina. También priva falta de interés e información de los trabajadores.
Se estima que el pensionado obtendrá cerca de 40% de su último salario mensual, lo que es insuficiente para vivir una vejez digna.
Si bien es cierto que en este momento, los trabajadores al retirarse optan por el esquema de reparto —la Ley del 73—, en unos años más, los trabajadores comenzarán a pensionar bajo el régimen de cuentas individuales.
La Asociación Mexicana de Administradores de Fondos para el Retiro (Amafore) y la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) coincidieron que elevar el monto de la jubilación es uno de los principales retos que enfrenta el país.
En la Amafore detallaron que hay naciones de Latinoamérica en donde la tasa de reemplazo es de entre 70% y 80% del último salario.
Un análisis de BBVA sobre pensiones en México advirtió que el país tiene aportaciones obligatorias menores al promedio de América Latina y eso incide en las tasas de reemplazo.
En consecuencia, es necesario aplicar medidas que promuevan mayores aportaciones, ya sean obligatorias o voluntarias.
En la actualidad, los recursos administrados por las Sociedades de Inversión Especializadas en Fondos para el Retiro (Siefores) ascienden a un billón 460 mil 280 millones de pesos, lo que representa 11% del Producto Interno Bruto (PIB).
Pedro Ordorica, presidente de la Consar, mencionó que en los años noventa los principales sistemas de pensiones de México enfrentaban problemas financieros graves.
“De no haber concretado la reforma al IMSS, su déficit financiero habría llegado a 141.5% del Producto Interno Bruto (PIB) de 1994, en un horizonte de 74 años”, manifestó el funcionario.
A su vez, el déficit actuarial del ISSSTE representaba 46% del PIB de 2002.
El ISSSTE ya no tenía reservas por lo que el déficit de caja absorbía recursos presupuestales cada año -42 mil millones de pesos para el 2007.
Insistió que ambos esquemas eran “insostenibles”, por lo que fue necesario llevar a cabo una reforma estructural que detuviera el incremento del déficit y les diera viabilidad financiera.
Recordó que además del IMSS e ISSSTE, se concretaron reformas al régimen de la Comisión Federal de Electricidad (FCE), así como al esquema de jubilaciones y pensiones del IMSS.
“Y en conjunto, estas reformas generaron un ahorro cercano al 52% del PIB”.
Priva la desinformación
De acuerdo con Óscar Franco, presidente de Amafore, la falta de interés y la desinformación que prevalece entre la población es otro de los grandes retos del sistema. De acuerdo con una encuesta sobre cultura de ahorro para el retiro 2011, en México persiste un mínimo interés de los trabajadores por el retiro.
Un estudio del organismo del sector privado informó que el involucramiento del trabajador se posterga hasta que llega el tiempo de retirarse de la vida laboral.
Las Afores se crearon en el año de 1997 para pagar la pensión de los trabajadores cuando se retiren como mínimo a los 60 años de edad.
Cada que el trabajador cotice al seguro social, así cambie de trabajo, la empresa para la cual trabaje tiene la obligación de hacer la aportación, otra parte la paga el trabajador y otra la aporta el gobierno.
Existen dos retiros anticipados de los cuales el trabajador puede acceder a su cuenta de Afore, una de ellas es por matrimonio, que sólo se puede pedir una vez, la otra es por desempleo.
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