Policía •
15 Marzo 2012 - 1:23am — Víctor Hugo Michel
Debido a la “cooperación” de la compañía, ninguno de sus directivos irá a la cárcel y se les redujo la multa, tras confesar sus tratos en el mantenimiento de aeronaves.
Foto: Milenio
Ciudad de México
• El gobierno de Estados Unidos acusó ayer a la empresa de aeronáutica
civil Bizjet, con sede en Oklahoma, de haber sobornado a funcionarios de
la Presidencia, la Policía Federal y los gobiernos de Panamá, Sinaloa y
Sonora para hacerse de contratos de mantenimiento de aeronaves valuados en millones de dólares.
Como parte de una investigación iniciada por el Departamento
de Justicia estadunidense contra la empresa, Washington denunció que
ejecutivos de Bizjet corrompieron durante dos sexenios a funcionarios
mexicanos —incluido un coronel del Estado Mayor Presidencial—,
realizando transferencias que en ocasiones alcanzaban las decenas de
miles de dólares mediante una empresa fantasma con sede en California.
“La empresa acordó pagar 11.8 millones de dólares de multa por el
soborno de funcionarios latinoamericanos”, informó el Departamento de
Justicia de EU.
Uno de los sobornos quedó plasmado en un correo electrónico
fechado el 28 de septiembre de 2006. Una copia de su transcripción está
en poder de MILENIO: “(El coronel) me llamó y me pidió su comisión.
Tengo que viajar a México este martes. Mañana por favor ayúdame a hacer
el pago”.
Era un ejecutivo de la empresa de aeronáutica, pidiendo a su oficina
de contabilidad transferir miles de dólares de un banco en Nueva York a
una empresa fachada en California. El Departamento de Justicia asegura
que el dinero, introducido después a México, estaba destinado a pagar
sobornos a personal de logística del Estado Mayor Presidencial, el
cuerpo de élite de la Presidencia. Era el sexenio de Vicente Fox.
Otro correo electrónico, del 31 de octubre de 2007, sostiene que los
sobornos continuaron con la administración de Felipe Calderón. Es una
comunicación enviada por un ejecutivo desde California. Está titulado:
“Re: Aeropuerto Internacional de Los Ángeles com presid” y señala que ya
iba rumbo a México con el dinero destinado al coronel.
Esos y otros mensajes forman parte de la trama destapada ayer por los
gobiernos de México y Estados Unidos, una que involucra a funcionarios
federales y estatales mexicanos en actos de corrupción presuntamente
iniciados por parte de Bizjet, que por años supuestamente untó manos en
distintas dependencias del país.
Una investigación documental de este diario, basada en la queja
judicial interpuesta por el Departamento de Justicia contra Bizjet en
una corte federal de Oklahoma ayer mismo —además de registros de
Compranet y Transparencia—, permite trazar parte del funcionamiento de
la red, en la que están involucrados funcionarios de distintos niveles.
Los datos revelan que la empresa ha sido favorecida en más de una
ocasión con adjudicaciones directas, sin tener que competir contra otras
compañías.
Pero los documentos obtenidos también muestran un dato adicional: al menos en Estados Unidos nadie irá a la cárcel.
Según se expone en un Acuerdo de Persecución Suspendida fechado ayer y
firmado entre la empresa y el Departamento de Justicia, Bizjet no será
sancionada penalmente por el gobierno estadunidense por corromper a
media decena de funcionarios mexicanos. Mediante ese acuerdo, Washington
se desiste de cualquier acción legal a cambio solo de una sanción
económica que incluso fue reducida.
“La cooperación de Bizjet ha sido excelente”, aseguró el Departamento
de Justicia. En un principio, la compañía iba a pagar 30 millones de
dólares por violaciones a la Ley de Corrupción Extranjera de Estados
Unidos. Pero por “su colaboración” al entregar los nombres de los
funcionarios mexicanos corruptos, se le redujo a una tercera parte: 11.8
millones de dólares.
De acuerdo con la queja judicial interpuesta por el gobierno de
Estados Unidos, Bizjet realizó pagos en efectivo a cinco funcionarios
mexicanos: un coronel y un capitán del Estado Mayor Presidencial, un
capitán de la Policía Federal, un funcionario civil de Presidencia y el
director general de Servicios Aéreos de Sinaloa.
Bizjet entregó 10 pagos a estos funcionarios entre septiembre de 2006 y octubre de 2009 por distintos montos.
Según el Departamento de Justicia, el primero ocurrió el 9 de
noviembre de 2006, por 2 mil dólares a un capitán del EMP. Después, el
31 de octubre de 2007, se documentó otra entrega por 30 mil dólares a un
coronel, mientras que el 21 de febrero de 2008 se pagó 10 mil dólares a
un policía federal.
En noviembre 2 de ese mismo año fueron entregados 18 mil dólares a un
funcionario estatal de Sinaloa. Para el 1 de diciembre se elevó la
cifra a 50 mil dólares a un civil de la Presidencia “con amplia
influencia sobre la adjudicación de contratos”. Ya en 2009, el 6 de
abril se dieron 176 mil dólares al agente de la PF y el 7 del mismo mes
otros 40 mil al funcionario de Los Pinos.
Los últimos dos pagos de los que se tiene registro ocurrieron el 6 de
octubre de 2009, con 210 mil dólares al policía federal y el 27 de ese
mismo mes, 28 mil al funcionario sinaloense.
Estados Unidos no dio a conocer la identidad de los funcionarios acusados.
A lo largo de la última década, según Compranet y contratos
disponibles en el Portal de Obligaciones de Transparencia del gobierno
federal, Bizjet ha recibido adjudicaciones de la Secretaría de
Agricultura, la de Seguridad Pública y la propia PGR, encargada de
investigar la trama de corrupción.
La SSP ha mantenido una relación particularmente estrecha con la
empresa. Desde 2008 le ha adjudicado al menos ocho contratos para
mantenimiento y reparación de distintas aeronaves. Los montos que se ha
ganado Bizjet han sido variados: van desde una asignación de 20 millones
de pesos para mantenimiento bajo el contrato SSP/PF/CNS/023/2008, hasta
2 millones 854 mil pesos, para la instalación de transmisores de
emergencia en dos helicópteros.
Otro correo, enviado el 21 de febrero de 2008, desvela parte de la
relación especial que tuvieron ejecutivos de Bizjet con la Policía
Federal, uno de cuyos mandos recibió varias dádivas. El mensaje está
fechado el 21 de febrero de 2008: “(uno de nuestros ejecutivos)
recientemente compró unas cosas muy caras para el policía federal (…).
Su tarjeta está al tope. ¿Podemos depositarle otros 10 mil dólares? Sale
de viaje hoy (a México) y los necesita”.
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