23 de febrero de 2012 34 Comentarios
Nacional
Durazo, Aristegui, Espino y Scherer Ibarra. Presentan Calderón de cuerpo entero.
Foto: Germán Canseco
Foto: Germán Canseco
MÉXICO, D.F. (apro).- Con Calderón de cuerpo entero,
el más reciente libro del periodista Julio Scherer García, se inicia el
juicio al gobierno de Felipe Calderón, advirtieron hoy Carmen Aristegui
y Alfonso Durazo, mientras que Manuel Espino reveló que no quería que
fuera presidente de México.
Aristegui, Durazo y Espino presentaron
el libro de Scherer García ante más de 300 personas que abarrotaron el
Salón de Actos del Palacio de Minería, y los tres desmenuzaron la obra,
de la que los dos segundos participan con sus testimonios sobre
Calderón.
Aristegui, quien recordó que hace “un año y días” perdió
y recuperó su programa en MVS por “un berrinche de notables
proporciones” de Calderón, señaló que, tal como lo ha expuesto el
historiador Lorenzo Meyer, ha comenzado el juicio al sexenio.
“Empieza
el inicio de los juicios precisamente a Felipe Calderón, el juicio de
la historia, para decirlo en términos en los que se suele hablar,
evidentemente ya empezó y don Julio es de los primeros que escribe
precisamente para este ejercicio”, puntualizó la periodista.
Y
añadió: “Sin duda va a ser un sexenio a analizar de una y mil maneras,
de todos los ángulos posibles, (como) desde el ángulo periodístico don
Julio aporta Calderón de cuerpo entero.”
Espino,
expulsado del Partido Acción Nacional (PAN) que presidía en 2006, dijo
que compartió con Scherer información que tienen derecho a saber los
mexicanos sobre Calderón, porque el periodista “quería escribir historia
con la verdad”.
El político duranguense aclaró que en el libro
“no hay chisme, no hay mitote, son páginas de historia”, y aludió a las
reacciones que produjo en la Presidencia de la República, la Secretaría
de Gobernación, el PAN y la casa de campaña de Josefina Vázquez Mota.
“Yo
lamento, pero al mismo tiempo celebro, que los testaferros del
calderonato hayan trabajado horas extras desde que se publicó el avance
del libro en la revista Proceso, y de Bucareli, de Los
Pinos, de una oficina de partido de la colonia Del Valle y de una
oficina de campaña de la colonia Del Valle comenzaron a diseñarse
jugadas de comunicación para neutralizar, contrarrestar o desprestigiar a
un libro que todavía no estaba en las librerías, pero que ya se sabía
que pronto iba a aparecer.”
Añadió: “Y quienes lamentablemente
como periodistas reaccionan en contra del libro, sin haberlo siquiera
conocido, evidenciaron a quién estaban sirviendo, y periodistas a los yo
tenía aprecio y respeto por su objetividad, y comenzaron a poner
énfasis en un tema, en un enfoque de un tema, el tema del alcoholismo, y
el enfoque de que era injusto hablar del alcoholismo del presidente.
“Yo
nunca le dije alcohólico al presidente, porque no me espanta que una
persona tome bebidas alcohólicas (…) Ese no es el problema, el problema
es que se tome de manera irresponsable, el problema es que se tome
cuando se trabaje y el problema es que se tome cuando se trabaja en una
responsabilidad del tamaño de la Presidencia de la República. Y yo no sé
si el presidente toma o no, pero sé que tomaba cuando era diputado y lo
hacía cuando trabajaba”.
En la presentación del libro de Scherer
García, en el marco de la Feria Internacional de Libro de la UNAM,
Espino reveló: “Yo conocía las inclinaciones de Felipe Calderón y por
eso yo no quería que fuera el presidente o el candidato a presidente de
mi partido. Eso es público y nunca lo he negado”.
Pero cuando ya
fue candidato lo tuvo que apoyar, porque era su obligación. “Cuando era
precandidato por supuesto que no quería, pero tampoco me atrevía a
difundir, porque siendo presidente de un partido político nacional
hubiera sido muy mal visto que, estando en el papel de árbitro, tratara
de persuadir a los militantes de por qué no votar por una persona. Pero
esa ya es experiencia y esa ya es historia que se plasma en los libros
de don Julio Scherer.”
Por su parte, Durazo dijo que Scherer se
anticipa a lo que vendrá después de que Calderón deje el cargo, porque
es cuando todas las estructuras que los cercan para ignorar las realidad
empiezan a ceder y es también cuando los intereses cómplices que
protegían con el silencio empiezan a romper sus ataduras.
Durazo,
exsecretario del priista Luis Donaldo Colosio, advirtió que la conducta
de Calderón anticipa que se involucrará en la elección federal más que
Vicente Fox, de quien él fue también secretario.
“Creo que las
dimensiones que tomará con Calderón resultarán inéditas”, vaticinó
Durazo, quien afirmó que el presidente “no estaba preparado
emocionalmente para llegar a esa responsabilidad y que parece no tener
una línea roja que respetar. Es decir, el ‘haiga sido como haiga sido’
en estado puro”.
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