¿Será la
refinería de Tula para un empresario privado?
Los nuevos
magnates petroleros
ENRIQUE GALVÁN OCHOA
Como
resultado de la propuesta de reforma del presidente Peña Nieto será posible que
el sector privado participe en el negocio de la refinación de crudo. ¿Por eso
es que está atorada la construcción de la refinería de Tula? ¿La idea es
entregársela a un empresario? Como recordarán, Pemex puso a competir a varias
ciudades de la República buscando la que mejores condiciones ofreciera para lo
que sería su máxima obra. En abril de 2009, el entonces director, Jesús Reyes
Heroles, anunció que había ganado Tula y le dio al gobierno de Hidalgo un plazo
de 100 días para realizar los trámites necesarios y entregar las 700 hectáreas
donde se levantaría el complejo. Tula había derrotado a Salamanca. La inversión
sería de 9 mil 23 millones de dólares y la obra estaría funcionando el año
2016. La siguiente noticia que se tuvo fue que una empresa tamaulipeca había
ganado el contrato para hacer la barda. Sin embargo, les tomó más tiempo que la
famosa Muralla China. Más reciente, en abril de 2012, Pemex anunció que había
asignado a ICA Fluor Daniel el contrato para desarrollar la ingeniería, con un
costo de 135 millones de dólares. Han transcurrido más de 4 años desde que
Reyes Heroles anunció la obra y hay justificada sospecha de que la tardanza es
deliberada. Sin embargo, no se sabía la razón, dada la urgencia que tiene el
país de dejar de importar gasolina de Estados Unidos. Ya comienza a desvelarse
el misterio. Incluso el subsecretario de Hidrocarburos de la Secretaría de
Energía, Enrique Ochoa Reza (nada que ver con el autor de esta sección), dijo
en Querétaro que la reforma abre la posibilidad de la construcción y operación
de refinerías por parte de inversionistas privados. Por su lado, Xóchitl
Gálvez, ex candidata panista al gobierno de Hidalgo, opina que ‘‘ninguna administración
ha tenido realmente dinero para hacerla e invertir el presupuesto que se
requiere.
Entre Fox y Calderón se echaron la pelota, pero lo único que
demuestra es la incapacidad de Pemex’’. Con la reforma de Peña Nieto y su
reglamentación es probable –agrega Xóchitl– que una empresa privada pueda
desatorar su construcción. Comienzan a barajarse nombres de los futuros
beneficiarios. Si uno llegara a quedarse con la refinería inconclusa sería el
primer multimillonario del petróleo. El argumento para venderla está listo: se
disparó el presupuesto original en varios miles de millones de dólares y el
gobierno no tiene dinero.
‘‘No hay, no hay…’’
Sin embargo, el Banco de México
tiene invertidos 64 mil 500 millones de dólares en bonos del Tesoro de Estados
Unidos, a cifras de junio pasado. Aumentó su inversión en los meses recientes.
En julio del año pasado era de 53 mil 900 millones. Son parte de las reservas
internacionales del país que llegaron al nivel histórico de 169 mil 325
millones de dólares. Además, el mismo banco central invirtió otros 4 mil 543
millones en oro. Un negocio este último muy controvertido; no ha informado si
compró lingotes o acciones de una empresa minera o algún derivado financiero.
Agustín Carstens recibió una llamada de atención de la Auditoría Superior de la
Federación para que diga con claridad dónde y cómo está el tesorito, aunque se
supone que se halla en Londres. ¿Hay o no hay capital para invertir en Pemex en
el desarrollo de la industria petrolera nacional? ¿Es necesario entregarla al
extranjero?
http://www.treasury.gov/resource-center/data-chart-center/tic/Documents/mfh.txt
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